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Las máquinas homogeneizadoras son dispositivos fundamentales en una gran diversidad de industrias. Concretamente, las conocidas máquinas mezcladoras amasadoras de doble sigma tienen un papel clave. El porqué es muy simple: pueden tratar los materiales de alta viscosidad y densidad, que resultan un desafío para los procesos de producción.
Gracias a esta versatilidad de sus funciones, las mezcladoras doble sigma disponen de un amplio abanico de aplicaciones, como por ejemplo:
Las mezcladoras amasadoras de doble sigma están diseñadas y construidas para realizar procesos de mezcla, humectación y homogeneización de productos húmedos o pastosos de muy alta viscosidad.
Este tipo de máquinas amasadoras se caracterizan por mezclar los diferentes productos que le son introducidos, obteniendo así una consistencia homogénea. Por sus propiedades, las mezcladoras de doble sigma se suelen emplear en los procesos de producción de diversas industrias.
Las mezcladoras doble sigma suelen tener un diseño duradero y elegante. La función más importante de estas máquinas es que consiguen mezclar y amasar los materiales más viscosos, gracias a su eje de sujeción -accionado por cizallamiento y desgarramiento del material- y sus paredes laterales.
Normalmente, estos equipos cuentan con un panel eléctrico de control de acción, que permite la manipulación del sentido de las palas que tienen forma de Z. La principal ventaja de poder manipular el sentido del giro es que se puede conseguir una mezcla más homogénea y, en consecuencia, un mejor resultado final.
Las mezcladoras doble sigma suelen utilizarse en los procesos de producción de dulces, chicles, confitería y en la industria farmacéutica y cosmética, entre otros. No obstante, dependiendo de las necesidades específicas de cada proceso, se utilizan dos tipos diferentes de mezcladoras amasadoras:
Algunas de las principales ventajas que podemos obtener gracias al uso de máquinas homogeneizadoras, como las mezcladoras de doble sigma, son las siguientes:
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